Ya casi son 24 años, asusta de solo pensarlo, ¿que es lo que debe hacerse cuando uno llega a la mitad y descubre que había estado en un camino equivocado todo el tiempo?. Resulta que regresar ya no es opción, supongo, queda seguir el camino, el que ni siquiera se conoce su destino o tal vez convertirse en una especie de vagabundo, alguien sin un rumbo, sin un destino.
Animales de costumbres, si, eso somos, para bien o para mal. Algunos ganan, otros perdemos, y eso es lo que algunos llaman equilibrio, no es tan divertido cuando se es el perdedor, mas cuando este alberga secretas esperanzas de triunfo. No, no quiero hablar de si es justo o no, ese es otro laberinto que no quiero recorrer.
Hay un lado bueno(eso creo), sigo vivo, eso debe de significar algo, y ademas todavía albergo esta estúpida esperanza de que las cosas van a mejorar, es cuestión de ponerme a trabajar en eso.
Que fastidio!.

1 comentario:

Vale dijo...

Yo creo que la unica verdad es que no sabemos amar, amar nada empezando por la vida en todo el sentido de la palabra.

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