ese cursor titilante hace de hito, marcando el compás de mi adormilamiento, torpes las ideas corren a enfilarse, ninguna de ellas aprueba la revisión, tedio, amor, amistad, sexo, esperanzas, partir, dormir, dormir, dormir, soledad, la vida, el universo

este lío químicoeléctrico que me origina como una de sus partes y hasta quizá haciéndome creer que poseo alguna autonomía, mientras planeo alguna otra fuga de mi

la noche estaba desierta y la ciudad desnuda, la noche que te conocí éramos nosotros dos y una capa de lluvia muy muy fina, me dejaste que te tomara de la mano, alguna parte de mí debió de saber que sería mi última vida, vos lo sabías, lo supiste desde un principio

todo es tan extraño ya, tan normal, la misma triste y desgajada función de circo, la fotocopia de una fotocopia de una fotocopia

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