ya no somos los que fuimos, no se si cambiamos nosotros o lo que cambió fue el mundo, y es que nunca deja de girar, y como pretender firmeza en medio de tantas vueltas, de repente sencillamente vuelves a donde empezaste, ¡que fastidio!, no queda otra que volver a empezar para volver al mismo lugar o hacer algo diferente que te permita estar lejos lo suficiente, tomar un camino diferente a los que ya has tomado y que conoces hasta el hartazgo, mejor es no tener demasiadas expectativas, mantener la mente, los ojos y los oidos bien abiertos, aprender, respirar, disfrutar.
no dejaré morir mis sueños, no me rendiré sin haber derramado hasta mi última gota de sangre, ya no más máscaras, no más hipocresía.
Libertad e ingenuidad, extraña combinación.
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