Empiezo a sentir cosas que no cambian, a sentir lo de antes, lo que siempre fue, y estoy contento y a la vez siento miedo. Contento porque las llamas continuan encendidas, miedo por lo lento que soy para reaccionar.
Odio sentir la amargura que produce la impotencia.
Me aterra la idea no ser capaz de cambiar aquellas cosas que necesito que cambien en mi vida.
Quiero ser mejor, quiero más, necesito más.
Tengo miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario