No se puede escapar a la idiotización sistemática a la que nos someten los medios, no importa la aversión que le tengas a sus aberraciones, estas te alcanzarán, porque sus ondas lo invaden y corrompen todo, hasta aquella lejana roca, la luna, lleva la marca, las huellas de la codicia y la soberbia que somos capaces de albergar los de la raza humana.
El cielo nunca más estará limpio, el metal del hombre lo ha contaminado y sus millones de juguetes no dejan de dar vueltas, para repetirnos lo que hemos de hacer, lo que hemos de comprar y hasta las medidas del cuerpo de la persona a quien hemos de amar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario