Guardo silencio, trato de escuchar palabras de
grandes almas, la de esos que gritaron su sabiduría en las calles, los que alzaron su voz en las plazas, esos que aunque cambiaron el curso del mundo fueron olvidados y reemplazados por impostores. Aunque solo en un lejano rumor, comienzo a
oír sus voces, se me hace patente mi fatuidad. Tendré que guardar silencio, por lo menos hasta que pueda ordenar de nuevo mis ideas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario