no hay solución, estamos irremediablemente jodidos, cada cual ha de encontrar la sustancia anestésica que le surta efecto, pero el dolor, ¡ah!, el dolor, el dolor tiene un lado dulce a veces, el dolor es tan parte del vivir como lo es respirar, ¿porque entonces uno no ha de acostumbrarse a él?, y hasta puede que le encuentre un poco del sentido del que todo parece carecer, claro que no se ha de abusar, una dosis ínfima es más que suficiente en la mayoría de los casos

el arte y el dolor están íntimamente ligados, pero no está de más decir que el arte también es otra treta mental, otro placebo de los tantos que se han fabricados y de los tantos por fabricar, ¿que es la belleza?, es otra palabra de esas que realmente no significan nada, una de esas palabras que miden que tan pegado está uno al hombre-masa, no quiere decir más, no más que palabras como amor o justicia, palabras utilizadas nada más que para nombrar alguna cosa que debería existir para dar a una simple y vacua opinión la validez de la que carece

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