El cursor titila en la pantalla, las ideas huyen a resguardarse, de fondo suena un viejo blues, cada palabra es arrastrada por la fuerza a salir a la luz, los oxidados engranajes chirrían quejumbrosamente, casi con dolor, giran y se vuelven a atascar, como si las piezas hubieran sido adaptadas rudimentariamente tras ser recicladas de máquinas aun más antiguas.

¿Cómo se radiografía un alma?, ¿pueden las letras acaso hacerlo?, ¿y si pudieran?, ¿y si supiera cómo?, ¿habría algo en mi alma que pudiera interesar a alguien?. Y es que me parece ver solamente un abismal vacio.

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